Terminó la XVII Gran Gala del Deporte, por cierto en olor de multitudes y batiendo todo tipo de récords, y se terminaron los curros extras que lleva consigo. Ello motiva el que uno tenga algo más de tiempo para dedicarse a poner en actualidad este blog que algunos daban por caducado (sic). El sabio afirmaba que "el tiempo es el juez más justo que pone a cada uno en su sitio", aunque un proverbio árabe habla de "siéntate en la puerta de tu casa y verás psar el cadáver de tu enemigo".
En fin, amigos, ha llegado la hora de la verdad para la Unión Deportiva Melilla. Independientemente de esos rumores que apunban a problemas económicos; independientemente de si es verdad o no que Molina habría dimitido, por enésima vez, debido a estos problemas hace sólo unas semanas; independientemente de esa comida, a mesa y mantel, mantenida con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, y algunos de los miembros de su gobierno y otros incluidos en la lista cara a lso comicios del próximo día 22. Por cierto ¿ dónde estaba el todavía consejero de Deporte Paco Robles?.
Independientemente de todo ello, como si de la suerte suprema en los toros se tratara, ha llegado la hora de la verdad. La hora del estoconazo hasta la bola, en todo lo alto de un miura que lidia en el Alfonso Murube, y que en esta temporada nos está haciendo la puñeta, al haber ganado en Alvarez Claro y eliminarnos de la Copa del Rey, lo que nos privó de la visita del Barcelona,el mejor equipo del mundo, a nuestro estadio.
Ha ganado el Cádiz y todo está igual. Cierto es que no hay camino de rosas, y que las espinas pueden aparecer en cualquier momento. Nadie quiere que sea esta tarde en el campo de la ciudad hermana. Pero es hora de poner la carne en el asador, de no dejar todo para el encuentro decisivo de la próxima semana fente a los gaditanos. Ha llegado la hora de la verdad. Si en los toros es el estoconazo, en fútbol son los goles. Los azulinos deben salir del Alfonso Murube en olor de multitudes, como la reciente Gala del Deporte. Lo otro, lo de la directiva, es otra historia.
