NO PASA NADA

No ha sido bueno el fin de semana ni para la Unión Deportiva Melilla ni para el Casino del Real. Pero no pasa nada. Los casinistas fueron mejores que el Mancha Real durante casi todo el encuentro. Suyo fue el poco juego que se vio en La Espiguera y suyas las mejores ocasiones. También suyo, de la zaga, el error garrafal que propició el empate giennense cuando las manecillas del reloj se acercaban al descanso. Momento crucial para los intereses de los pupilos de Fernando Aznar que vieron como, en la continuación, a los visitantes les sonreía la suerte, tenían la fortuna de los campeones y se llevaban tres puntos inmerecidos. Lo mejor: la certeza de que el Mancha Real no es, ni por asomo, mejor que el Casino, lo que sigue dejando abiertas todas las puertas para cualquier esperanza. Ya se sabe que soñár es gratuito. Por eso, se puede seguir soñando. En el caso de la Unión Deportiva Melilla, tampoco pasa nada. Lo importante no es haberse dejado dos puntos en el choque frente a la recia e histórica Balona, sino el alcance de las lesiones de Dorronsoso y de Chota, que debieron visitar el Hospital para comprobar la situación. El empate a uno es fiel reflejo de lo acontecido sobre el buen césped del estadio municipal. El Melilla sigue echando en falta juego en la zona ancha, y cuando se llega al área contraria es más bien en acciones individuales que de conjunto. Por parte de la Balona, mucha experiencia y ni un balón por perdido. Coti acertó al aprovechar un error de los centrales locales y adedantó a los gaditanos. Después, el empate de David Sánchez hizo justicia. Lo peor, como digo, las lesiones de Dorro y del capitán. Espero no sean nada. Mientras, queda mucha liga por delante. Y partidos en los que poder recuperar el terreno perdido. Al igual que en el caso del Casino, lo mejor es seguir pensando en voz alta que NO PASA NADA. Para los casinistas el puesto es de auténtico privilegio y para los azulinos tampoco está la guadaña pendiente de que, sí o sí, se metan en la liguilla de ascenso. Las temporadas de transición tienen eso. Por tanto NO PASA NADA.

A SEGUIR HACIENDO HISTORIA

Ha tocado el Levante. Posiblemente el rival que menos querían jugadores, técnicos, directiva, afició9n, autoridades, forofos o melillenses de a pie. Pero así es, y así hay que aceptarlo, el sorteo puro y duro de este tipo de eliminatorias. Todos queriamos que el bombo nos trajera al Madrid o al Barcelona, o, como mal menor, al Málaga o Atlético. No ha ocurrido nada de eso y deberemos vernos las caras con el segundo ¿ o es el primero ?, equipo valenciano. Pero eso será en breve. Ahora lo que queda es hablar de la hazaña conseguida en las lejanas tierras mallorquinas, frente a un Constancia que, como se esperaba, no puso nada fácil las cosas y, al igual que ocuriera frente a la recia e histórica Balona (que por cierto nos visita el domingo), tuvo que llegarse a la prórroga y a los penalties. Y aquí el Melilla impuso su ley y consiguió el pase a la siguiente eliminatoria, a la buena, a la que todo el mundo espera llegar. Al igual que ocurriera en La Línea, no hay que entrar en si se jugó bien o mal. Solo en que se superó la eliminatoria que era lo que importaba y los azulinsoi han vuelto a hacer historia, tras aquellas jornadas, lejanas pero gloriosas, ante un Atlétic de Bilbao que debió poner toda la carne en el asador en San Mamés, para eliminar a los azulinos. Ahora, es preciso seguir soñando, tenemos al Levante a doble partido. Todo está hecho. No tenemos nada que perder y mucho que ganar. Por ello ese sueño, que nadie tiene derecho a quitarnos, debe condensarse en ... SEGUIR HACIENDO HISTORIA.

¡¡¡ L I D E R E S !!!

He dormido solo unas horas. Aunque sabía que tenía tiempo por delante, en mi subconsciente yacía la preocupación de que algun partido se adelantara y fastidiara el sueño. Después, ya en pie, volví a entender que era realidad, sin necesidad de restregarme los ojos.. Ahí es nada. ¡ El Casino del Real, líder del grupo IX de la Tercera División !. Y no era un sueño. Solo horas antes, los hombres de un Fernando Aznar, que estuvo en la cuerda floja por temas un tanto lejos del pleno ambiente deportivo, habían ganado, a domicilio, al Martos, uno de los gallitos y dormían líderes. Ni los más viejos del lugar recordaban algo semejante. Ni lo más optimistas podían llegar a soñarlo. Y eso que solo hace unos meses, la campaña anterior, los melillistas-realistas o realistas-melillistas, habían coqueteado con los puestos que daban opción a jugar la liguilla de ascenso a la Segunda B. Y todo ello con jugadores locales, con la única excepción de un Verdejo que ya puede considerarse melillense de pleno derecho. Por eso, es precio dejar contancia escrita de un sueño que, o mucho me equivoco, o podemos estar en condiciones de que se repita. Pero lo que si sera historia, es que el 13 de octubre del año 320q12, el Melilla Casino del Real Club de Fútbol, que presidía Juan José Pedreño y entrenaba Fernando Aznar había conseguido, por méritos propios, el liderato en el Grupo IX de la Tercera División. Por encima de los históricos Marbella, Linares, Martos... ¡ Enhorabuena

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