miércoles, 8 de diciembre de 2010

OTRA DE MOLINA: LAS DECLARACIONES INCONGRUENTES DE UN PRESIDENTE INCONSCIENTE

Dentro de apenas unos años, quizás no haya ni un solo jugador que se atreva a fichar por la Unión Deportiva Melilla. Al menos, mientras sigan rigiendo los destinos del club los hombres que continúa encabezando un inconsciente presidente, que cada vez que abre la boca, como diría el castizo de turno, sube el pan, aunque en este caso lo único que ocurre es que baja la cotización de nuestra ciudad en todos los órdenes, pero, especialmente, en lo que a seriedad y discreción se refiere.
Quienes formamos parte de la gran familia deportiva sabemos que las salidas de tono de Paco Molina están a la orden del día, así como sus declaraciones a medias tintas, sus digo pero me callo ( o no tengo varo para decirlo ) o las rectificaciones apenas unas horas después de haber dejado salir los exabruptos.
Molina declaró por activa y por pasiva que no se presentaría a la reelección; Molina afirmó en cuantas ocasiones tuvo oídos para escucharle que en su momento ( siempre añade que cuando deje de ser presidente ) hablaría de las muchas maldades que le están haciendo al equipo de sus amores ( no de los amores de los demás ), con nombres y apellidos e incluso llegó a meter por medio a quienes le regalan cada temporada los dineros ( lease dirigentes políticos de la Ciudad Autónoma ), despreciando públicamente a un consejero de Deportes que lo único que hace, cada vez que puede y le dejan, es beneficiar al club azulino, por mucho que a algunos les duela esta postura.
Claro está que quien afirmó que no se presentaría a la reelección aunque bajara Dios a pedírselo ni aceptaría al C.D. Real como filial, aunque lo mandara Zapatero, tiene perdida toda credibilidad aunque deje caer, de vez en cuando, algunas píldoras que en nada benefician al club que, al menos en los papeles, que no en la opinión pública, representa. Puesto a hablar, que diga que exdirectivo se llevó los treinta y seis mil euros; por qué retiró la denuncia contra Rafael Ballesteros o por qué ha perdido el juicio contra Manolo Agulló. Pero, claro está, serán respuestas que deberemos esperar a que termine su mandato… si es que algún día lo termina o le hacen terminarlo.
Pero lo peor ha llegado ahora. Algunos dicen que es una forma de intentar para acallar las informaciones que se vienen filtrando sobre acciones tanto suyas como de su directiva, y otros que al creerse algo así como Dios, se atreve a todo sin sopesar las consecuencias. Como ha hecho ahora ( volviendo a amenazar con contar todo cuando deje de ser presidente ), acusando públicamente a algunos ex-jugadores azulinos de actitudes, al menos raras, con el equipo que le pagaba. Molina llega a afirmar que hubo jugadores que buscaron tarjetas amarillas o fallaron a posta penas máximas para perjudicar al Melilla. Claro está que, como hace siempre, sin atreverse a dar nombres consciente de que, una vez más, terminaría en los juzgados.
Rectifique o no lo haga, lo que sí es cierto es que quienes deben y pueden, están en la obligación de, una vez por todas, cortar el árbol que ya no puede ser enderezado. Molina en su calidad de presidente de la Unión Deportiva Melilla ha denunciado públicamente actitudes de algunos jugadores que no sólo van contra los intereses del club, sino contra los intereses de la ciudad entera, que es quien soporta los casi dos millones de euros de subvención.
Por cierto, si todas esas acusaciones veladas, son ciertas ¿ por qué no se adoptaron decisiones en su momento?. Me consta que si bien Molina no ha tenido la valentía para dar nombres, más de uno se ha filtrado en los minicorrillos de minidirectivos a los que tantos se están aficionando. Y alguno sigue perteneciendo al club azulino. A buenos entendedores…

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