Según los antecedentes, parece ser que Marcos Landeira tenía una cláusula específica por la cual cobraría una cantidad suplementaria caso de jugar un número determinado de partidos, cláusula que, por cierto se está utilizando demasiado a la ligera y ya han podido verse los resultados la anterior temporada con los casos Rubén López, Manolo Pérez, Fernando Currás y Alex Fernández. Y es que no hay nada peor que tirar con pólvora ajena o, traducido al castellano del aficionado de a pie, gastar demasiado alegremente, dineros que son de todos.
Pues bien, en el acto judicial correspondiente, la titular preguntó sobre la cuestión a Molina, como máximo responsable del club, y éste afirmó no reconocer la firma que figuraba en el documento, subrayando que podría haber sido falsificada por el que fuera su vicepresidente económico Rafael Ballesteros.
La juez concedió un plazo prudencial al presidente azulino para que pusiera la correspondiente denuncia por falsificación de firma y, según mis informantes, Paco Molina la llevó a cabo, motivo por el cual se está a la espera de que se practiquen las oportunas diligencias y se saquen las conclusiones que se llevarán a definitivas.
El asunto, en si, no tendría mayor importancia sino fuera porque puede ser la punta del iceberg que haga saltar un auténtico escándalo, con cobros de comisiones por medio, y desaparición de, según fuentes de la propia directiva, TREINTA Y SEIS MIL EUROS, de las cuentas del club azulino, desaparición de que la que ( ya se ha tocado el tema en este blog ), también se culpa al ex-mano derecha de Molina.
Y yo, que por aquellos entonces estaba más que metido en la vorágine interna ( especialmente con el caso Iñigo Ros y el Sabadell ), me pregunto inocentemente ¿ hacía algo Ballesteros sin el beneplácito de Paco Molina ?. Quienes conocen a los dos, darían de inmediato la respuesta: NO.
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