Vaya por delante que Francisco López Rodríguez ( Paco López) es un buen amigo mío. Por eso lo que algunos puedan “idear, pensar o maquinar” a raiz de este comentario, me tiene al pairo.
Resulta que ante la escasez de establecimientos en los que, como en otros tiempos, se hablaba fundamentalmente del fútbol del Melilla ( Los Candiles, Deportivo, Canarias, Metropol, Bodega Ramón, Jerezano... ), la trastienda de los rumores se sitúa en los minutos anteriores a los encuentros que el club azulino disputa en el estadio Alvarez Claro y, de forma especial, en los descansos. Es todo un caldo de cultivo que ayuda a conocer el barómetro con que se miden tanto las tareas de la junta directiva como los resultados de los fichajes ( el socio o abonado es soberano ), los condicionamientos más diversos o las acciones técnicas, más o menos acertadas del entrenador de turno ( en esta ocasión de García Tébar). E incluso, como ocurría el domingo, de la decisión, parecer ser que personalísima, como tantas y tantas otras, de Paco Molina de conceder a Paco López el carnet de socio número uno y, además, hacerle entrega de la insignia de oro del club. Algo que, no seré yo quien entre en materia, puede que tenga más que merecido pero que choca frontalmente con aquellas declaraciones que Molina hizo cuando Paco López, junto a Paco Benítez, aceptaron la propuesta de la Asociación de la Prensa Deportiva para recoger el trofeo concedido a la Unión Deportiva Melilla, por sus veinte años en la Segunda B, que había rechazado el propio Molina. Me gustaría que Paco López hubiera tenido ocasión de escuchar aquellos comentarios de quien un día fuera su delfin ( otros dicen que lo único que hacía era llevarle el maletín ) y las contradicciones totales con la propuesta que, según los comentarios escuchados la mañana del domingo , va a ser realidad en poco tiempo.
Todo el mundo sabe de las veleidades de Paco Molina ( veleidad. del francés velléité). 1.- Voluntad antojadiza o deseo vano. 2.- Inconstancia, ligereza), motivo por el cual, a estas alturas, ya no extraña nada a nadie. Pero así se escribe, cambia o distorsiona la historia.
Y ya que de cambios hablamos, aprovechar para traer a colación el tema de los números de carnés de los socios. Por mucho que algunos se empecinen, el único que merece llevar el número uno es Salvador Maturana, a quien, precisamente, se le ha privado por mor de esas veleidades. ¿ Saben ustedes quienes son los seis primeros socios de la Unión Deportiva Melilla ?. Tomen nota:
1.- Francisco Molina Gálvez; 2.- Enrique Salvatierra Fernández; 3.- Julio Pozo Sánchez; 4.- Diego Rojas Pérez; 5.- Jose Luis Zamora Andújar y 6.- Ramón Lence Siles. ¿ Qué pensarán aquellos, como el que esto firma, que tuvieron su primer carné en los finales de la década de los sesenta ?. Sin comentarios.
Claro está, y no me cansaré de repetirlo, que así se sigue escribiendo, distorsionando o cambiando la historia. Una historia, la de la Unión Deportiva Melilla, que a este paso no la conocería ni la media docena de buenos aficionados melillenses que fundaron el primer equipo va camino de un siglo. Cosas veredes, amigo Sancho.
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