Me cuentan que sería una auténtica bomba colocar una cámara oculta en la sala VIP del estadio Alvarez Claro ( esa en la que sí se pueden servir bebidas alcohólicas a pesar de tratarse de un recinto deportivo), ya que la grabación no tendría desperdicio alguno.
En dicho recinto, desde que fuera inaugurado hace ya un buen número de temporadas, suele servirse, en el descanso de los partidos, un ágape para autoridades, miembros de las directivas de los equipos visitantes, socios o abonados VIPs y directivos del club azulino, amén de algun invitado, o no, que siempre se cuela.
O mejor dicho, se colaba, porque he aquí la paradoja que se da en los últimos tiempos : si quienes entran en la sala son el consejero de Deportes, Paco Robles y el presidente de la Federación Melillense de Fútbol, Diego Martínez, los directivos azulinos hacen mutis por el foro. Bueno, no exactamente, porque en el choque de Copa del Rey frente al Ceuta, se vio dentro a Julio Pozo, vicesecretario, y al vocal José Navas.
Es decir que donde había comida y bebida exigida para una treintena, quedó reducido a una asistencia de media docena de personas, aunque, eso sí, el domingo, con ocasión del choque frente al Ecija, volvió a haber casi over booking.
Mientras, el concesionario de los ambigus, Nordim Hamed, quien por cierto este año no está en la directiva, sigue poniendo comida y bebida para el número de asistentes previsto inicialmente.
Por cierto, hablo de ágape y no me resisto a traer a este comentario las definiciones que de la palabreja ( queda mucho mejor que aperitivo o copa de vino ), hace el diccionario actualizado de la Real Academia Española de la Lengua.
AGAPE (Del lat. agăpe, y este del griego, afecto, amor).
1.- Comida fraternal de carácter religioso entre los primeros cristianos, destinada a estrechar los lazos que los unían.
Como ven, todo cuadra: amor, lazos, fraternidad... aunque eso sí, con pistolas y navajas en los bolsillos.
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