Las aguas han vuelto a enturbiarse un poco más en el seno de la Unión Deportiva Melilla. Las declaraciones, en rueda de prensa, de Andrés García Tébar, tras perder en la Nueva Condomina, no han caído nada bien ni entre directivos ni entre futbolistas.
Tébar no tuvo otra “ocurrencia” para justificar la derrota azulina que afirmar que “hemos llegado con muchas opciones, pero nosotros no tenemos a Chando ( jugador del Murcia ) en nuestro equipo”.
Más o menos como si Mouriño basara la escasa puntería del Real Madrid en que no tienen a Lionel Messi o a Villa en sus filas. ¿ Cómo creen ustedes que reaccionaría la prensa madrileña y la parroquia blanca ?. Aquí con callarnos, pensamos que está todo solucionado, sobre todo si algunos se encargan de subrayar que las declaraciones de García Tébar fueron hechas cara a la galería y para los periodistas murcianos, sin tener idea de las consecuencias que las mismas podrían acarrear cuando se conocieran en nuestra ciudad, como de hecho ha ocurrido.
Pues bien, en esas voces discordantes que comienzan a oirse, aunque, eso sí, todavía en privado o en petit comité, se habla de que el responsable total y absoluto de los fichajes esta temporada es el técnico, y, por lo tanto, el culpable directo de los éxitos y de los fracasos. Ponerse el parche antes de que salga el grano, no dice, precisamente mucho a su favor. Porque los burenos aficionados, que todavía los hay aunque algunos directivos piensen lo contrario, no terminan de entender cómo se ha desmantelado un equipo que la pasada temporada quedó susbcampeón en el Grupo IV, igualado a puntos con el Granada, y disputó el ascenso a la Segunda División A. Once caras nuevas son muchas caras, y eso suele ocurrir, unicamente, cuando el proyecto, ni por asomo, consigue las perspectivas trazadas o los objetivos marcados. Ese no fue el caso de la Unión Deportiva Melilla.
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