Que los aficionados están pendientes de todo lo que ocurre en la Unión Deportiva Melilla no hay por qué dudarlo. Sólo una horas después de que este blog iniciara su andadura recibimos la primera colaboración.
Por Edmundo Dantes.
Lejos de hacer desistir a los más incrédulos del lugar, la frustración por el decepcionante comienzo liguero del equipo de García Tebar no ha hecho más que acrecentar las siempre “mal intencionadas” preguntas que se hace la afición. De todos es sabido que la UD Melilla genera un sentimiento patrio, que da derecho a hablar y quejarse a partes iguales.
Antes de que se iniciara la temporada el populacho se hacía varias preguntas y reflexionaba sobre los numerosos cambios introducidos en el equipo para esta temporada. “Si el año pasado quedamos segundos de grupo, ¿lo más lógico no hubiera sido mantener el bloque?”, afirmaba el bueno de Fernando en la semana previa al inicio de la liga. Pero eso mismo lo piensa hasta el Tato.
La temporada pasada la UD Melilla quedó segunda del grupo IV, por detrás del Granada. Cierto es que había algunos cambios necesarios, pero ¿tantos? La verdad es que la cordura dice que si algo funciona, mejor dejarlo y dar sólo unos ajustes. Pues García Tebar, que este año se ha quitado de en medio a Quique (el secretario técnico más efímero que ha tenido el club), ahora tiene todo el poder sobre fichajes y demás decisiones deportivas. Por lo que la decisión de la llegada de una legión de nuevos futbolistas sólo compete a él y a los directivos que se lo han aceptado.
Las malas lenguas, que de esas hay muchas en este cachito español en el norte africano, apuntan a que la mayoría de los fichajes llegan de la mano del mismo representante que el propio técnico. Uff, qué miedo me da esto!!!!
En el primer partido de liga, el once titular de la UD Melilla presentó seis nuevas caras. Además dos más en el banquillo y otros tantos en la grada. ¿Muchos cambios, no creen? Sobre todo, si partimos de la base que el grupo es muy parecido, no es cuestión de ser demagogos ya sé que han entrado Murcia y Cádiz, pero no nos podemos negar que la UD Melilla, bueno el señor García Tebar, ha tenido dinero y tiempo para hacer el equipo, por lo que ahora no sirve la milonga de que hay que conjuntarse.
Lógicamente hay que ser consecuentes y si a Zapatero se le dieron 100 días de beneplácito, para ver cómo funcionaba su gobierno, a García Tebar no vamos a ser menos, con su nueva apuesta, suya y de los directivos que lo arropan, porque me consta que el propio presidente ha echado peste de su propio entrenador. Lo malo en este caso es que para cuando queramos darnos cuenta de que algo no funciona será demasiado tarde y la UD Melilla habrá vuelto a naufragar por el personalismo de unos cuentos.
Bueno se despide un servidor. Hasta pronto.
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